Una de las disciplinas en ingeniería de software es el diseño de aplicaciones o sistemas basados en buenas arquitecturas, patrones de diseño, estructuración y documentación del código (aspectos que deben ser pilares para tener software modular, reutilizable, escalable y mantenible en el tiempo).
Por ende, uno de los retos de los equipos de TI para dar un buen fundamento al negocio, es brindar soluciones “activos” de software que puedan evolucionar y ser vigentes según los cambios de la industria o el mercado.
Por consiguiente, un alto porcentaje de la decisión de renovar un sistema o desarrollar uno nuevo puede depender de una arquitectura robusta y bien pensada.
A continuación se brindan 5 consejos prácticos para tomar una buena decisión en cuanto a renovar o dar mantenimiento evolutivo a un sistema existente o desarrollar uno nuevo:
Un buen diagnóstico del software debe brindar información sobre:
Si está ante la decisión de renovar un sistema existente o bien construir uno nuevo, debe tener a mano los planos de su organización.
También debe contar con un análisis de cómo está su empresa y hacia dónde quiere llegar, a esto le llamamos la estrategia de su arquitectura empresarial: donde usted conoce cuáles son los procesos de negocio clave, qué sistemas lo soportan, qué información es la que generan o utilizan esos procesos y sistemas, y finalmente, qué infraestructura es la que permite la operación de esas aplicaciones.
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Por lo tanto, una visión integral de su negocio y una estrategia de dónde está y hacia dónde quiere llegar debe darle un contexto para determinar si los sistemas actuales estarán en la capacidad de engranarse a esa visión y si una mejora en esos sistemas será suficiente o no.
Piense en las formas en que puede reutilizar sus activos de TI actuales y cómo puede integrarlos “empaquetarlos”, para acceder a sus servicios o lógica de negocio.
Un enfoque que puede analizar es el de contar con una arquitectura orientada a servicios, en donde cada activo pueda ser visto como un servicio o conjunto de servicios que pueden integrarse a otros sistemas y procesos para agilizar la entrega de nuevos productos o tener flexibilidad ante los cambios de la industria.
Si la funcionalidad que tiene su sistema actual puede ser fácilmente empaquetada o bien, con pocas modificaciones puede ser expuesta como un servicio para ser consumidos desde otros puntos de la organización, entonces una solución es renovar ese activo.
Debe conocer cuál es el alcance y las características que se deben modificar o agregar, así como un inventario completo de los requerimientos del sistema que está analizando sustituir.
Esta información debe utilizarse para tener una estimación del costo (en tiempo, esfuerzo) de ajustar el software existente y de construir uno nuevo.
Una esta información a los puntos vistos anteriormente para tener un mejor panorama de la decisión.
La última recomendación que le puede ayudar a establecer un punto de comparación del sistema y determinar si es el momento de desarrollarlo de nuevo, es investigar en el mercado soluciones similares, las últimas tecnologías estables y las tendencias en el desarrollo de software así como sus beneficios.
Este punto tiene que ver con entender qué dice la industria, cuáles prácticas son recomendadas.
Una vez que concluya este análisis y el diagnóstico indicado en el consejo 1, podrá valorar si vale el esfuerzo renovar el sistema o, por el contrario, si es mejor desarrollar uno desde cero.
Tome los aspectos discutidos en este artículo como una guía que le facilite el análisis en su empresa o su departamento. Recuerde que la mejor decisión es la que le permite aportar valor al negocio y a la vez, la que le ayuda a que sea mantenible en el tiempo ante los posibles cambios del mercado.
Por ello, si quiere profundizar más en el tema, le invitamos a que descargue la Guía básica para determinar si necesita un nuevo sistema a la medida.